lunes, 10 de septiembre de 2012

Tod@s los estafad@s del país a Valencia el 15 de septiembre!


Contra la estafa de la Banca, unidos podemos hacer más fuerza!



VIAJE HASTA VALENCIA DESDE BARCELONA:

 Valorando las opciones de transporte, como el tren salía muy caro, al final nos hemos decidido por alquilar un autocar que cuesta 1.500 € para 55 personas: ida y vuelta salen por 28 €.

Es importante que mandéis un e mail a estafabanca@gmail.com para confirmar la plaza  ya que si llenamos el primer autocar con 55 plazas, dispondremos de uno adicional.

Podéis abonar el precio del billete del autocar el jueves 13 en la Fiscalía, o el mismo sábado 15 en el autocar.



 PARA LA MANIFESTACIÓN:

 - Traed la comida. Haremos un picnic en la Alameda, donde nos juntaremos con el resto de pueblos y ciudades que vendrán a manifestarse a Valencia. De allí iremos en manifestación hacia el Ayuntamiento, donde llegaremos alrededor de las 17h.

- Es importante que tod@s traigais una camiseta negra para diferenciarnos. Estamos haciendo unos adhesivos para pegar a las camisetas.

- Podeis llevar pitos, flautas, cazuelas, etc… para hacer oír nuestra voz.


PUNTO DE ENCUENTRO EN VALENCIA:

El punto de encuentro en Valencia será entre las 14  las 14,30 h en la estación de tren Valencia Nord. De allí caminaremos hasta la Alameda, donde comeremos y hablaremos con el resto de gente de la Plataforma Estafa Banca de pueblos y ciudades y las demas Plataformas de Estafad@s.

Saldremos sobre las 16,30h de la Alameda, para ir en manifestación hacia el ayuntamiento de Valencia, donde esperamos llegar sobre las 17h.


VUELTA A BARCELONA:

 Cuando acabemos la manifestación sobre las 20 h aprox, regresaremos con el mismo transporte que a la ida y está prevista la llegada a Barcelona alrededor de las 12 h.

L@s que no sois de Barcelona, tened en cuenta la hora de llegada para organizar el regreso a vuestras casas.
























Programa de Radio sobre la estafa de las preferentes con el testimonio de Luisa de Estafabanca



Aquí os dejamos el testimonio de Luisa de Estafabanca en el programa de radio de Intereconomía, donde no puede hablar más claro sobre la estafa de las preferentes. ¡No os lo perdáis!



http://www.ivoox.com/20120907-entrevista-jofre-farres-adicae-luisa-vicente-audios-mp3_rf_1414876_1.html



Y la noticia en el periódico La voz de Barcelona:
Por el programa Voces también ha pasado una de las personas afectadas, Luisa Vicente, y miembro de la plataforma Estafa Banca. Esta ahorradora ha recordado su caso particular. Vicente ha señalado que tenía un dinero a plazo fijo en una caja de ahorro y que, “el mismo día que se abrió la emisión, el 22 de enero de 2009″, le llamó su director de la oficina para colocarle unas participaciones preferentes.
Vicente ha indicado que ha denunciado a la entidad financiera de la que era cliente desde hace 40 años. Tanto el director como la comercial de la oficina están ahora ante un proceso judicial. Incluso, ha indicado, llegaron a falsificar su firma en uno de los contratos. En su opinión, la estafaron. ”[El director] no me dio [ni siquiera] el tríptico donde se especifica el riesgo del producto”, ha añadido. 

Leer entero:

“Todas las soluciones son parches”

Una historia con final feliz! o casi...



Una historia con final feliz! o casi…



Así empieza la carta de la editorial del director de la revista Interviu de esta semana, dedicada a Villanueva de Córdoba, un pueblo valiente en el que lucharon "todos a una", como en Fuenteovejuna, y que dirigidos por Pedro Vera, un hombre honesto y luchador, consiguieron que la Caixa devolviera íntegramente los ahorros a aquellos ancianos y personas con perfiles de riesgo social, casos flagrantes y sangrantes que llegaron incluso a firmar con la huella dactilar confiando en la palabra de su director que les vendió las participaciones preferentes como un plazo fijo.
Han sido siete meses de lucha que han conseguido sus frutos gracias a la tenacidad y a la fuerza que nunca abandonaron.
Y como dice esta carta ha sido un pulso al todopoderoso que ha conseguido acabar en acuerdo o empate...
Ojalá esto solo sea el principio y en otros lugares se extienda este ejemplo para que no se quede en el solo casi… y hayan más historias con final feliz.
Si nos unimos podemos! Estas son pequeñas o grandes conquistas, como curiosamente tiene el nombre de un pueblecito cercano a Villanueva, fronterizo con un pueblo que a mi me recuerda al poblado de los irreductibles galos Asterix y Obelix: Villanueva de Córdoba.
Gracias también a la dirección de Interviu y a Soledad Juarez por hacerse eco de esta noticia que podéis leer en el Interviu impreso de esta semana o aquí:


Carta anónima, enviada a Estafabanca, de un empleado de la Caixa, que vendió Preferentes y otros productos tóxicos



A los clientes de La Caixa.
Antes que nada quiero pediros disculpas, porque como empleado de La Caixa, en quien vosotros confiasteis durante muchos años, no he sabido estar a la altura de la misma. Sé que muchos pensáis que hemos colaborado conscientemente en el engaño. No es así, por lo menos por parte mía y de muchos de los que trabajamos en ella. Muchos de mis compañeros también compraron participaciones preferentes, o se las vendieron a sus familiares y amigos más cercanos. A alguno de ellos su familia no les habla.


Durante años os vendimos estos productos “como si” fueran libretas de plazo fijo y durante muchos años así lo parecía. Pero ahora se ha visto que este “como si” era una trampa. No os vendimos ningún chollo, ni ninguna libreta a plazo fijo, sino un producto tóxico, y ahora estáis sufriendo las consecuencias.


¿Cuál es nuestra responsabilidad? La de habernos creído lo que nos decía La Caixa, sin reparar en la letra pequeña. Había que vender el producto y parecía bueno, ¡Qué mejor que vendérselo a los clientes de toda la vida, a la gente más cercana que confiaba en nosotros!. Pero ¿acaso no olía mal el término “perpetuo” que acompañaba a estos productos? ¡claro que sí!, pero nosotros estábamos convencidos de que esa clausula sólo servía para que La Caixalos amortizase en el momento en el que le interesara. Al fin y al cabo, siempre había cancelado los productos que se habían vuelto en contra los clientes. Sin embargo, lo que más me indigna, es que unos meses antes de que estallara la crisis de las preferentes y las subordinadas, el mercado secundario interno de La Caixa, comenzó a verse inundado por misteriosas órdenes de venta. Un producto codiciado, que prácticamente siempre se compraba y se vendía en la misma oficina, comenzaba a inundar el mercado interno. Cuando algunos preguntamos a nuestros jefes de zona cual era la causa de tan extraño fenómeno, nos respondieron que probablemente alguno de los grandes inversores necesitaba liquidez y había puesto su cartera a la venta. ¡Qué era el momento de vendérselo a nuestros clientes! ¡y nosotros picamos! Y nos dedicamos a revender alegremente el producto.


Nuestra principal responsabilidad es que nosotros nos creímos su mensaje y también lo de que era para siempre ¡Qué el alma de La Caixa nunca cambiaría!. ¡vaya si ha cambiado! Nos hemos puesto a la misma altura que los bancos de toda la vida. Hay que vender como sea, hay que cumplir los objetivos que nos marcan. No importa que dejemos nuestra dignidad por el camino. Hace ya más de veinte años que entré a trabajar en esta entidad, y esto cada día se parece menos a aquella Caja de Ahorros que conocí. Nuestra dirección está tan ciega que no es capaz de ver el inmenso daño que ha hecho y las consecuencias que tendrá en el futuro. No sólo ha perdido para siempre vuestra confianza, es que también ha perdido la nuestra. ¿Cómo voy a vender los productos que se ponen a la venta, si ya no confío en ellos?


Sólo puedo pediros disculpas en mi nombre y en el de muchos de mis compañeros (es lo que expresan cuando saben que “nadie” les escucha). No podemos explicaros públicamente nuestro malestar y desconcierto porque tenemos miedo a las represalias. Podéis adivinar nuestros sentimientos cuando bajamos la cabeza,o desviamos la mirada. No quiero excusarme. Soy consciente de que no sirve para nada el “yo no sabía”, “yo no creía” o “yo no esperaba”. Pero en estos momentos es todo lo que ahora os puedo dar.





El manifiesto, que podéis ver debajo de estas líneas , es del colectivo de empleados de la banca, que apoyados por los sindicatos, dicen  que los afectados hemos provocado una ola de violencia y agresividad contra ellos y que esto es una injusticia social.

Lo que es una injusticia es que  los bancos, con la ayuda de la inmensa mayoría de sus empleados porque muchos lo sabían,  hayan estafado a más de un millón de personas, la mayoría jubilados, los  ahorros de toda su vida.

Los estafados llevamos más de 8 meses en la calle, protestando a diario con inocentes pancartas y silbatos para que se nos devuelva nuestro dinero y sólo hemos utilizando  un arma, nuestra voz y nuestra indignación. Esto ha quedado demostrado porque durante estos 8 meses, no se ha registrado entre  los manifestantes  y las fuerzas de seguridad, un solo incidente.

Todas nuestras concentraciones han sido pacíficas y seguiremos en esta línea. Seguidamente reproducimos este manifiesto tal y como fue publicado en su día
:



 MANIFIESTO CONTRA LA CRIMINALIZACIÓN INJUSTA DEL COLECTIVO DE TRABAJADORES Y TRABAJADORAS DEL SECTOR FINANCIERO


En los últimos tiempos hemos asistido a un empeoramiento de las condiciones y de la calidad de vida de los ciudadanos y ciudadanas de este país, como consecuencia de la crudeza de esta crisis que padecemos.

Todo ello ha comportado, como no podía ser de otra forma, el crecimiento del malestar de buena parte de la sociedad por el sufrimiento que está soportando. A la vez, ha crecido el sentimiento de rabia por la impotencia de ver cómo empeoran tus condiciones de vida sin que puedas hacer nada.

Buena parte de este sentimiento se ha canalizado buscando a los responsables, que nos han llevado a todos a esta situación, para pedirles responsabilidades y que paguen por lo que han hecho.

Desgraciadamente, los verdaderos artífices de toda esta crisis y de los problemas que sufrimos no son tan evidentes ni están tan al alcance de quienes les queremos pedir responsabilidades. Pero de alguna forma, la sociedad encuentra el camino para exigir cuentas, a su manera, a los que creen que han sido los responsables de sus males: No votándoles en las elecciones, haciendo concentraciones, manifestaciones, o incluso una HUELGA GENERAL.

Pero a veces la opinión pública también se equivoca y, sobre la base de unos prejuicios que algunos se han encargado de difundir, se pueden cometer grandes injusticias con graves consecuencias para una parte de la sociedad. Y eso es lo que está pasando con el colectivo de trabajadores del sector financiero, a quienes esa parte de la sociedad, afectada por los problemas del sector financiero, los culpabiliza de los problemas que tiene; bien sea por los cambios en las participaciones preferentes o la deuda subordinada, bien por la no concesión del crédito necesario para salir adelante, o bien por la pérdida de su hogar.

Esta parte de la sociedad se equivoca cuando confunde a los verdaderos culpables con los trabajadores del sector, que no son más que eso, TRABAJADORES, y que son INOCENTES porque no han tenido  ninguna responsabilidad en la toma de las decisiones que han propiciado los cambios de regulación de los productos financieros, ni en los cambios de las normas o requisitos para la concesión del crédito, ni en la decisión de quitarle el hogar a ningún ciudadano, como consecuencia del impago de las hipotecas.

Con esta confusión injusta, se ha encontrado, en los trabajadores del sector financiero, un cabeza de turco para que toda la ira de esta parte de la sociedad no se focalice hacia los verdaderos culpables sino hacia los trabajadores que están dando la cara ante unos problemas que no han generado ellos.

Esta mentira, que circula criminalizando a este colectivo, hace que cada vez haya más rechazo y desprecio; hace que los trabajadores nos enfrentamos unos a otros, y está desencadenando reacciones violentas y graves agresiones contra este colectivo de trabajadores por parte de ciudadanos que quieren hacer justicia por su cuenta. Desde insultos, acosos, persecuciones y difamaciones, hasta hechos tan inaceptables e inasumibles por la sociedad como apuñalamientos y asesinatos.

Por todo ello, quienes apoyamos este manifiesto queremos que se detenga esta ola de violencia y agresividad hacia el colectivo de trabajadores del sector financiero, y expresar nuestro rechazo hacia su criminalización, ya que se está cometiendo una grave injusticia social con unas consecuencias tan graves que una sociedad democrática no puede aceptar.


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